EL ARTE DE VICTOR MANUEL VALDES
“MAS ALLÁ DE LA PINTURA”
por Fernando Picornell
Doctor en Bellas Artes
Visualizar una obra de Víctor Manuel Valdés es contemplar por encima de la materia, pararse a mirar detenidamente el trabajo de cientos, de miles de hilos pegados, acompasados poco a poco en estímulos de colores. Cosas buenas y propósitos de este artista creativo que se enfrenta a sus idearios más íntimos sin limitaciones morales donde se concibe imágenes en las que juega con la iconografía, realizando escenografías bien de su tierra Asturiana como en el resto de sus cuadros. El artista nos ayuda a contribuir y acercarnos a su producción, mediante la visión de un uso especial e importante del color, profundizando en la realidad, reafirmándose en su pensamiento de ver y entender las imágenes. Como en todas sus representaciones hasta la fecha, el aire de novedad, de muestras diferentes, se encuentra en todo el uso que hace de los paisajes, de las creaciones de monumentos conocidos o en las secuelas del pasado representados también en los escudos heráldicos. Sin duda alguna, su discurso, siempre coherente con sus intenciones, nos aproxima a la conceptualización que se produce de lo humano a lo divino. El artista no intenta que sus obras sean una mera exposición donde el espectador se dedique a observar el trabajo mostrado, sino a buscar dentro de los cuadros y las obras, su propia interpretación, ya que con su participación física e intelectual ante lo presentado, puede ver los cambios en cada una de las partes o zonas, poniendo o representando en diferentes posiciones, direcciones o composiciones de los hilos, al depositarlos sobre la superficie base. Su arte siempre interesa, no solo por su espléndida concepción estética, sino sobre todo por la gran concepción de lo plasmado, su interés por analizar psicológicamente las formas que muestra. Víctor juega con la imagen, como invención en nuestra mente. Nos muestra más allá de lo que estamos viendo como realidad. Muestras que se hayan conectadas con diferentes campos mentales que son invisibles para el espectador. Atrapado en una gran vitalidad, la cual me ha parecido un atributo en cualquier ser y en especial en él y sus obras.